Día 1 – Escribir

Hoy es lunes, día ideal para los comienzos. En días como hoy uno se propone empezar una dieta, o ese plan de estudio para llegar cómodo al parcial, o a planear ese viaje y lo que tiene que ahorrar para realizarlo, o… como es mi caso, a escribir todos los días durante 30 días seguidos. No empiezo este desafío creativo el primero del mes, cosa que también sería linda y sumaría mucho a la metáfora, pero aunque agosto está terminando, encontré este juego entre bloggers hace un par de días, y me está quemando la cabeza. Leí un par de entradas de los que se animaron a hacerlo para saber más de qué va, y encontré cosas tan personales que creo haber comprendido bastante la dinámica del juego; así que me lanzo a la cancha, y que sea lo que tenga que ser.

Mi constancia y disciplina para escribir son bastante pobres. Yo no soy de los que se sientan a esperar que llegue la inspiración para que los encuentre escribiendo. A mí la inspiración -si es eso lo que me llega- me descubre acostada a punto de dormirme, caminando por la calle, atendiendo a alguien en el trabajo, o en cualquier otra actividad poco oportuna para desarrollar ideas en un papel. Que, además, en ese momento parecen perfectas. Ahora, cuando tengo la hoja y la birome, -o el teclado como en este caso- al alcance de la mano, la susodicha me parece la más mediocre del mundo. Y eso en el mejor de los casos, si es que me acuerdo de qué iba.

Pero no creo que haya recetas certeras para escribir. A mí me surge de repente, como una verborragia, desde las tripas y necesito largarla lo antes posible, para exorcizarla. No sé si alguna vez escribí algo lindo, o si alguna vez lo voy a hacer. Lo cierto es que disfruto escribir, más que cualquier otra cosa. Es uno de los pocos actos de mi vida que me centra en el aquí y ahora (solo sumaría alguna clase de yoga eficiente, y alguna noche de esas en que uno hace realmente el amor, cosas que no suceden muy seguido). Solo existe el sonido del teclado, o la sensación de mi mano sobre la hoja. Nada más. El resto es silencio; el mundo y sus obligaciones no existen para mí.

Tampoco suelo repasar lo que escribí en el pasado, más que para comprobar todo lo que uno cambia con el paso del tiempo. No solo en el estilo a la hora de narrar, ni en las palabras utilizadas; sino también en lo personal, en los sentimientos y en la forma de percibir la realidad. Digo esto porque escribo mucho sobre mí, o muy basada en cosas que me pasan. Los ensayos, artículos de opinión o noticias, todavía no me corresponden, y no sé si alguna vez lo harán. ¡Arriba la subjetividad! De todos modos, no creo que exista otra cosa.

Hago cosas mientras escribo. Me distraigo unos minutos, miro alguna página vacía de sentido en internet, pongo el agua para el mate, acomodo algo sobre el escritorio. Pero mi forma no me molesta. No fuerzo las palabras, las dejo que lleguen solas, cuando quieran. Esas perras negras de las que tanto habla Julio. A ver cómo me llevo con ellas durante estos días, creo que nunca hice un ejercicio similar.

De chica escribía con bastante constancia en mis diarios íntimos, pero no duraban demasiado. Los quemaba luego de unos meses de comenzados, cuando los releía y me moría de vergüenza por lo ingenuos e inmaduros que me parecían. Hoy daría mucho por re-leerme a los 12 años, en aquel minucioso relato, que recuerdo, hice de mi primer asalto -se me cayó una zota con la palabra asalto-, y de varios acontecimientos más de mi pre-adolescencia. Se crece mucho y muy rápido en esa época, pero conservo la esperanza de que no sea mucho más que lo que sigo creciendo ahora. Creo que ese es el misterio de la vida que más me atrae, y lo que más me gusta de ella. Amo el cambio, y amo mis cambios. Cómo mi mente y mis pensamientos son unos hoy, y serán otros dentro de 30 días cuando, quizás, relea este día uno del desafío, y piense todo lo que escribiría diferente.

Espero que la creatividad empiece a fluir, y que persista y subsista a la rutina, las obligaciones, y demás enemigos. Espero superar mi inconstancia, y completar el desafío. Espero darme, todos los días, un momento para mí. Vacío de prejuicios, y lleno de permisos y licencias. Vacío del resto del mundo, como siempre, y lleno de mí.

Julio Cortázar

Enterate más sobre las dinámicas creativas en Camino Mundos.

7 thoughts on “Día 1 – Escribir

  1. ¡B-I-E-N-V-E-N-I-D-A! te va a encantar, ya verás cuántas cosas descubres de ti misma que ni habías pensado que estaban ahí. El desafío es ante todo un viaje a lo profundo, a la búsqueda de una voz que todos llevamos pero en la que no confiamos todavía. ¡Mucho ánimo!

    M.

  2. “Mi constancia y disciplina para escribir son bastante pobre(s)”, pero tenés dos ventajas: el fuego que te quema y mucha mano. Escribís hermoso y profundo Euyi, trasmitís con precisión tus sensaciones y eso es una virtud enorme. Me va a ENCANTAR seguirte en este desafío y deseo que sea solo el comienzo de muchos muchos posts. Sabés de mi gusto y piacere por estos lares, que despiertan muchos hábitos y conductas saludables en especial para nosotros, comunicadores: imaginación, creatividad, inquietud, curiosidad y disciplina. Te adoro, nena, nos leemos!

  3. Empezando el día del cumple de Julio, ¿eh? Me gustan lo símbolos, y me gusta pensar que eso del calendario es un invento de alguien, así que tu mes bien puede empezar hoy. Te sigo, a ver que nos cuentas. Suéltalo todo, eso es lo importante. Saldudos desde La Habana,
    R

  4. Qué hermoso juego euge querida, te acompañaré como en todos tus blogs y todas tus ideas con mi lectura y algún que otro comentario alentador.

  5. Me gusta el desafío !! si lo completás, algún día quizá te siga jajaja. Por ahora, ansiosa por leerte, aunque creas que “no estoy en esa etapa” jaja. Te quiero nena, escribí, escribí que te sienta bien

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